Publicado: 2 de Marzo de 2016
Son
clásicos del programa de Ciudadanos. Medidas de poco calado o lo
suficientemente abstractas, aunque encaminadas a un cambio profundo,
("despolitización
de la justicia",
aunque Ciudadanos pide asegurar
la independencia del gobierno de los jueces) como para que las
pueda aceptar el PSOE. La primera, la supresión
del aforamiento,
es una de las muchas condiciones que Ciudadanos podría haber exigido
contra la corrupción. Casos
como el de Rita Barberá, por ejemplo, pasarían al margen del
sector público.
La reducción de las firmas requeridas para una ILP es, al igual que las anteriores, poco conflictiva para el PSOE, y una medida de acercamiento de la democracia al ciudadano que podrían aceptar otros partidos. Los puntos delicados son los dos últimos: por un lado, la limitación de mandatos del Presidente del Gobierno a dos legislaturas (ocho años), una reforma que algunos politólogos juzgan innecesaria en un sistema parlamentario y no presidencialista; por otro, la supresión de las diputaciones provinciales excepto las vascas.